viernes, 16 de diciembre de 2011

Quiero música

Eso. Solamente eso. Música. Quiero música. Pero no cualquier música.

Hoy en día cualquiera conoce esa cancioncilla de ritmo pegadizo y letra fácil que te ponen en los bares y discotecas. Lo que yo quiero es música, y eso no lo es.

Música es lo que le dice a tu cabeza "sigue caminando" cuando tus pies te gritan que pares.
Es lo que te levanta por las mañanas y lo que te hace ir al colegio bailando por la calle con una sonrisa idiota.
Es lo que oyes mientras miras al vacío viendo en realidad para lo que tus ojos fueron hechos.
La música tiene sentido en la medida en la que puedas plasmar esa música en algún aspecto de tu vida y la similitud te produzca escalofríos.
La música es tu mejor amiga cuando estás triste, o alegre, o cualquier otra cosa. No le tienes que contar tus problemas porque sabes que AHÍ, en algún lugar, hay una canción que sabe perfectamente de lo que estás hablando.

La música es Romeo cantándole a Julieta, es alguien diciéndote que tomes su mano, o simplemente, alguien hablándole al hombre del espejo.

La música es el alma hecha sonido, un instrumento para poder decir más de lo que se pretende con unas pocas palabras.

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