lunes, 21 de diciembre de 2009

Lloro

Voy a burlar las leyes de este mi blog para poner esta meditación que estuve masticando ayer en la cama. Interpretarlo como queráis.
Lloro.Lloro la ausencia de alguien a quién no conozco, alguien a quién temo no conocer. La pérdida de ese alguien y el hecho de si alguna vez existirá. Lloro, porque veo, y quiero, pero no puedo. Desearía poder y me aterrorizaría no hacerlo. Hecho de menos a ese alguien las noches frías, si le conocí y ya no está aquí. Lloro por dentro y por fuera. Cada parte de mi ser llora y anhela querer, pero arde en tristeza al no encontrar a nadie a quién. Mi peor temor es ¿Te encontraré? ¿Tu también lloras mi ausencia? Ojalá no tardes. Te quiero, si de verdad estás ahí, ven, por favor. ¿Cómo explicarlo? Sin tí estoy vacío y tengo la sensación de que siempre lo estaré. Lloro porque creo que siempre estaré solo, y solo tengo quince años. Me entran escalofríos cuando pienso en no tenerte, y no me apetece vivir. ¿Es posible estar enamorado de alguien a quién no conoces? Lloro por TÍ.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La vida

El 14 de abril del año 2020. Suena el despertador. Son las 9 A.m.… y no quiero despertarme, no quiero, pero debo hacerlo. Me levanto lentamente, sin prisa pero sin pausa. Me lavo, visto, desayuno… en fin, todo lo que se hace por las mañanas. Salgo y me meto en el coche. Arranco. Salgo del garaje y blasfemo. Hay tráfico. Coches de todo tipo: Altos, negros, gordos, flacos… pero todos con 4 ruedas y un tubo de escape. El tráfico solo ayuda a que me hunda más en mi pozo de amargura. Llego al trabajo media hora tarde, me siento en mi oficina de 3 paredes y a los 5 minutos llega mi jefe. Me echa la bronca, pero no discuto con él, estoy cansado de decirle que había tráfico, y que el me diga que no le importa, que las viejas no van a sacarse la pensión solas. Exacto, ese es mi trabajo, creo pensiones y seguros a gente, sobre todo pensiones a ancianas. Acabo el trabajo a las 6 P.m., pero llego tarde a casa. Por culpa del tráfico, como no. Estoy cansado de la vida. Cuando tenía seis años soñaba que, en el futuro, habría coches voladores y demás estupideces banales que no hacen sino empobrecer el alma de la gente. No me gusta la rutina, pero llevo con ella a cuestas 20 años. Lo tengo decidido, mañana será un día diferente, especial. Mañana acabará. TODO.

El papelito

Iba Walter una mañana por la abarrotada Wall street leyendo el Times y desayunando un café de Starbucks apresuradamente mientras intentaba no llegar tarde a su trabajo de diez horas diarias que no le dejaba tiempo para estar con su familia y le pillaba a cinco manzanas de casa, pero en Nueva York, cinco manzanas es mucho. Cuando acabó de leer el periódico, lo metió en su cartera. Iba poco menos que corriendo cuando, de repente, un papelito que estaba suspendido en el aire probablemente por una corriente de esas que salen del suelo debido al metro, se le plantó delante de la cara y se quedó ahí, revoloteando, como si esperara que Walter lo cogiera. El caso es que lo hizo, Estaba muy arrugado, pero contenía unas frases que parecían legibles. Y decía el papelito con letra muy pequeña y apretujada:
" No se cómo te llamas, ni siquiera se si existes. Yo me llamaba Catherine, y vivía en el bloque de apartamentos Standford, sabes cuales son, ¿no? Son de los más lujosos de toda Nueva York. Cobraba mucho, y tenía todo lo que quería, pero no era feliz. ¿Por qué? te preguntarás. Porque yo tenía una hermana, una hermana que vivía en el metro, y que apenas tenía para comer. Yo, era una persona con muchas influencias, y ella no era buena para mi imagen. Cuando tuvo el hijo a los dieciséis años, dejé de hablarla. No me he arrepentido tanto de algo en mi vida. Ahora ella está muerta, y yo también. No se qué pensarás de mí, pero no tenía a nadie en mi vida a quién contárselo."
Walter, pensando que era obra de una lunática, no hizo menos que romperlo en cachitos y tirarlo, no sin antes derramar ( sin querer, porque él nunca desperdicia el café) unas gotas de café sobre él. Lo tiró a la papelera más cercana, y, cuandó hubo avanzado unos diez metros, otro papelito, similar al anterior, volvió a aparecer delante de él. Lo volvió a coger y al abrirlo por su cara se pudieron ver, durante una fracción de segundo, la sorpresa y el susto a la vez. EL texto parecía el mismo, hasta tal punto que tenía las mismas manchas de café que el que había tirado escasos segundos a la papelera. Volvió a leer la carta, y la releyó. Cuando hubo entendido la carta, y el mensaje, muy lentamente, se fué dando la vuelta y caminó, lo más deprisa que pudo, rumbo a su casa de nuevo, con el papel en la mano, dispuesto a llamar a su hermano, cocainómano.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Duro Amor (parte I)

Por qué el amor? El peor de los sentimientos, y a la vez, como una cruel ironía, el mejor de todos ellos. Si es correspondido sientes que nada puede ir mal, que todo es felicidad, que, con tal de estar al lado de la persona a la que amas, da igual que haya caos a tu alrededor. Mas, sin embargo, si no es correspondido, te sumerges en una espiral de tristeza y angustia de la cual quieres escapar pero no puedes, y quieres que todo acabe, poco tiene ya sentido en esta vida...